Mazas, poète créateur de l'amitié
Eugenio F. Granell

J'ai eu la chance d'avoir été un ami de Fernández Mazas. Je l'ai rencontré à Madrid. Vient d'arriver de France, leur amitié était une loterie jackpot vitale, ce qui est assez pour se sentir fier de mon temps sur la terre. Plusieurs fois, je traversé ma pension à Madrid d'Atocha à la liste où Mazas a vécu dans l'étude Arbós, que quand il a quitté l'été Mazas a continué d'occupation au cours des premiers mois de la guerre. continuer la lecture «Mazas, poète créateur de l'amitié
Eugenio F. Granell»

Égratignure
Copon Miguel (Miguel Ángel Ramos)

Il informe le Trésor ... De Covarubias du debuxar du XVIIe siècle est « délimiter une figure sans donner la couleur ou les ombres, mais seulement prendre des profils », il est clair que la définition devrait être la forme exacte non seulement de façon complexe des travaux de Cándido Fernández Mazas, mais dans ses déclarations sur ce que cette tâche, vos idées à des critères de réduction des ascètes proposés par ce dictionnaire. Réduire en tant que méthode de trouver des profils. Ce même texte serait un dessin, suivez ces indications comme un portrait, soit d'un auteur, d'un thème ou un point de vue sur les deux, doit nécessairement fonctionner sur ce critère. continuer la lecture «Égratignure
Copon Miguel (Miguel Ángel Ramos)»

Cándido Fernández Mazas
Gonzalo Torrente Ballester

Cándido Fernández Mazas vivía entonces, hablo del invierno de mil novecientos treinta, en una pensión e la calle Carretas, en Madrid. Alguna vez me invitó a comer en aquella pensión. Íbamos juntos al teatro Español, donde actuaba Margarita Xirgú y, por las noches, a la Granja el Henar, donde una veintena de personas se reunía en torno a don Ramón del Valle Inclán. Recuerdo entre ellos a los gallegos Dieste, Otero Espasandín y Carlos, el pintor santiagués, Carlos Maside, que dibujaba caricaturas políticas para algún diario. Yo era el más joven de todos y solía refugiarme en un rincón, a ver y a escuchar. Nos retirábamos tarde, y era precisamente a esas horas de la noche, frías y claras del Madrid de entonces, cuando Candochas, que así llamábamos a Cándido, desplegaba su genio vociferante, contra esto y aquello, para sorpresa de los guardias que nos veían pasar, que nos escuchaban, que a lo mejor estaban conformes con lo que Candochas decía. Tenía la voz recia, como su bastón que era un cayado de tojo, doblado a fuego. Cándido fluctuaba entre la vocación de pintor y la de escritor. Acababa de publicar “Santa Margorí”, dedicada “A mi bruna alegría mi mediterránea”, y una tarde de domingo nos leyó, a unos amigos, una comedia en gallego, de dos que tenía, que no sé qué habrá sido de ellas. Tenía el doble don, el de la palabra y de la mano, y hablaba de su literatura como de su pintura: como un manojo de problemas, más que de soluciones. Había estado en París; las vanguardias no le satisfacían precisamente como eso, como soluciones, pero habían dejado su espíritu sembrado de problemas. A quien admiraba realmente era a Valle Inclán, pero él quería ir más allá y en lengua gallega. También manejaba el castellano con destreza. Cándido Fernández Mazas o Marzás como ya se le empezaba a llamar, malgastaba su ingenio contando cosas de Orense. El entierro de una prostituta, que yo describí en alguna parte, a él se lo oí contar, y mi descripción no es nada, comparada al cuento de Candochas. Lo que había de invención en él, no lo sé, porque la historia había acontecido antes de su nacimiento, como otras muchas que contaba, que no había visto, que le habían contado, que el recreaba: la llegada de Victoriano Taibo a Orense, después de publicado su libro “Voume”, o la llegada del escultor Benlliure. continuer la lecture «Cándido Fernández Mazas
Gonzalo Torrente Ballester»

Faire place à Mazas, l'espace infini[1]
Raquel Pelta

Cándido Fernández Mazas Situer, illustrateur et humoriste

Si le travail de Cándido Fernández Mazas n'a pas reçu l'attention et le respect qu'elle mérite, et encore moins semble avoir été celui qui a été consacré à son travail, ce qui pourrait être décrit comme excellent en tant que dessinateur et illustrateur de livres, de journaux et magazines.

Sin embargo, posiblemente en su momento, fueron éstas dos de las actividades que más popularidad debieron de proporcionar al artista, pues no debemos olvidar que el chiste –una denominación que no agrada demasiado a los ilustradores del humor–, la caricatura y la ilustración gráfica en general han gozado desde siempre del favor del público. Los periódicos y revistas, desde hace casi dos siglos y hasta hoy en día, suelen colocarlos en algún lugar especial hacia el que desean que el lector dirija su mirada porque, en numerosas ocasiones, un chiste o una ilustración, ocupando tan sólo unos centímetros de papel, puede llegar a decir mucho más de lo que se cuenta en el resto de la publicación. continuer la lecture «Faire place à Mazas, l'espace infini[1]
Raquel Pelta»

Fernández Mazas, dessin théorique et pratique
Santiago Arbós Ballesté

Conocí a Cándido Fernández Mazas en la inolvidable tertulia nocturna de escritores y artistas, en su mayoría gallegos, que Eduardo Dieste presidía en la Granja el Henar, en la madrileña calle de Alcalá. Sería 1933 o 1934. Yo no había cumplido aún los veinte. Cuarenta años después y a propósito de una exposición del pintor Eugenio Granell en el Ateneo de Madrid, escribí: “Punto fuerte de la reunión era Cándido Fernández Mazas, un orensano de algo más de treinta años, hombre de gran talento pero psíquicamente inestable, que se malograría joven aún. Excelente pintor, singularísimo dibujante, escritor de buena casta, conversador amenísimo, imaginativo, fabulador, dialéctico brillante, que había vivido en París y tratado a numerosos artistas de vanguardia. Granell y yo lo adorábamos. Él nos desveló el fascinante mundo del arte nuevo y nos introdujo generosamente en el conocimiento de los últimos “ismos” y sus adalides; puso a nuestro alcance revistas y libros franceses cuya existencia ignorábamos; nos aproximó a los hábitos, modos y afanes de la actualidad artística en París; nos dio abundantes noticias sobre las actividades allí de los españoles y nos enseñó, en fin, a ver la pintura con ojos limpios de prejuicios académicos. Las visitas con él a los museos eran una fiesta. Redescubrimos con nueva óptica a “El Greco, Velázquez y Goya”. continuer la lecture «Fernández Mazas, dessin théorique et pratique
Santiago Arbós Ballesté»